Hay adicciones a sustancias y a comportamientos. Todas las adicciones comparten la misma evolución y una serie de síntomas.
La adicción más frecuente es la relacionada con el abuso de sustancias, pero las consecuencias pueden ser parecidas a cuando se abusa del uso de internet, el sexo y el amor, la comida, el ejercicio físico, el juego o las compras. Es decir, cualquier comportamiento compulsivo que descontrole la vida del afectado.
La realidad es que no existen distintos tipos de adicción como tal; sí que existen distintas maneras en las que ésta se manifiesta. Mientras que una persona puede ser adicta al alcohol, otra ser adicta a drogas de uso legal o ilegal, y otra adicta al juego o a otro tipo de comportamiento. La dinámica es siempre la misma: una relación de consumo o de comportamiento que altera el estado de ánimo. También es sabido que aquellos que dejan una adicción a una sustancia o comportamiento están en riesgo de desarrollar otra adicción alternativa.
El abuso de distintas sustancias y comportamientos se pueden dar a la vez. Una misma persona puede tener problemas con el juego, el alcohol y la pornografía. También se puede desarrollar una adicción a medicamentos recetados por un médico.
A pesar de que muchas de las consecuencias perjudiciales son comunes a todo tipo de adicción, algunos daños son específicos del consumo de un tipo de sustancia o de comportamiento. Por ejemplo, los efectos mentales y físicos de la adicción al alcohol son distintos a los de la heroína, la cocaína o el juego.
Las adicciones pueden provocar daños en la salud mental o ser causados por problemas mentales. Estos problemas pueden remitir con la recuperación. Pero esto no siempre es así, es lo que se llama patología dual. Por eso aplicamos un plan de tratamiento personalizado a cada caso.
Desórdenes físicos y mentales
Tanto los desórdenes físicos como los mentales pueden coexistir con la adicción. Algunos, desde aquellos que tienen su origen en incidentes negativos, hasta los que lo tienen en traumas de la infancia, juegan su parte en la aparición de la adicción; otros son resultado de la misma.
Los problemas físicos incluyen tanto enfermedades existentes como un mal estado de salud, infecciones y daños causados por el consumo y el modo de vida. También es común la tensión muscular, los dolores y los problemas dentales.
Adicciones cruzadas y enfermedad dual
Las adicciones pueden interrelacionarse. Una adicción del comportamiento como la obsesión con la comida puede derivar en el uso de drogas para controlar el peso. En el caso de la anorexia, es común el uso de cocaína para reducir el apetito.
La sustitución de una dependencia por otra también puede darse. Estas dependencias pueden ser entre drogas o entre comportamientos y las llamamos adicciones cruzadas.
La enfermedad de la adicción puede tener lugar junto a un trastorno psiquiátrico. Este tipo de patología dual necesita de un tratamiento personalizado.
La adicción a sustancias se genera tanto en relación a drogas de adquisición legal como de adquisición ilegal:
Alcoholismo:
El alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y en muchos casos mortal. Está causada por el abuso de consumo de bebidas alcohólicas. El alcoholismo daña la salud física y mental y las relaciones sociales y familiares.
Cocaína:
La cocaína es una droga del grupo de las sustancias psicoactivas. Tiene efectos estimulantes sobre el sistema nervioso central y el cerebro. La tolerancia a la cocaína se alcanza rápidamente y su potencial adictivo es muy elevado.
Hachís/Marihuana:
El cannabis es una de las drogas de carácter ilegal con más índice de consumo. Su uso está muy extendido en la población de adolescentes y jóvenes debido a que se percibe erróneamente como una droga «blanda». El 19.5% de la población española de entre 15 y 65 años lo ha probado en alguna ocasión. Un porcentaje que sube a casi uno de cada tres (28,2%) si nos centramos en la banda de 15-29 años.
Benzodiazepinas:
La adicción a las benzodiazepinas es la dependencia psicológica y/o física de un medicamento benzodiacepínico.
Heroína/Opiáceos:
La heroína y los opiáceos son drogas sedativas que deprimen el sistema nervioso. También ralentizan el organismo y reducen el dolor físico y emocional. Los opiáceos bloquean los mensajes de dolor, crean una falsa sensación de calma e incrementan las sensaciones de placer en el cerebro. El efecto más usual de la heroína es el sentimiento de relajación, calidez y desapego, junto a una disminución de la ansiedad.
Comportamientos:
Los trastornos de la conducta alimentaria engloban varias enfermedades crónicas y progresivas, compuestas por una gama muy compleja de síntomas que van más allá de la propia conducta alimentaria, como una alteración o distorsión de la imagen corporal, un gran temor a subir de peso y la adquisición de una serie de valores que se manifiestan a través de la imagen corporal. Son enfermedades que requieren de un análisis multifactorial (individuo-familia-sociedad).
Las adicciones comportamentales se tratan igual que las adicciones a sustancias. Los comportamientos que facilitan el despertar de la adicción son:
•Juego
•Sexo
•Nuevas tecnologías (internet, móvil, redes sociales, videojuegos)
•Compras
•Trabajo
•Codependencia