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Twitter: sobre adicciones y hashtags




En este post me gustaría abordar el aporte de Twitter al estudio de las adicciones. Twitter es una popular red social que cuenta con más de 300 millones de usuarios en todo el mundo y con una facturación de 2500 millones de dólares al año. Esta red permite enviar mensajes cortos de texto (tuits o tweets) generados por los propios usuarios en sus perfiles o como respuestas a los de otros.


El impacto que tienen algunos de estos tuits puede ser enorme, dependiendo de quién los escriba, responda o cuántas veces se compartan. Pareciera que el mundo entero vive en Twitter y resulta que solo recoge opiniones de menos del 5% de los habitantes del planeta, que se acerca a los 8000 millones de personas. ¿Mucho ruido y pocas nueces?


Quizás estemos sobreestimando el alcance real de lo que ocurre en esta red al darle tanta importancia en los medios. No sabría decirlo con certeza.


Lo que sí entiendo es el valor de análisis que tienen 300 millones de personas opinando sobre cualquier tema. También entiendo el valor catártico que tiene esta red para muchos, en especial para los “odiadores”, pero esa no es la dirección que sigue el análisis en este post.


Twitter es un paraíso para que investigadores, encuestadores, políticos, celebridades, instituciones, empresas, entre otros, puedan recabar datos de opinión. Si analizamos la distribución de uso atendiendo a los rangos de edad es realmente una mira de oro.


En 2021 el 8% de los usuarios tenían entre 13-17 años, el 25% de 18-24 años, el 27% de 25-34 años, el 28% de 35-49 años y, por último, un 12% son mayores de 50 años. Algo similar ocurre con la distribución por nivel educacional o estatus socioeconómico.

En este sentido, no son pocos los investigadores que se han interesado por estudiar la cultura de las adicciones y la recuperación a través de los tuits. Veamos entonces que valor tiene un hashtag en este proceso y que resultados se han obtenido.


La era del #hashtag

Un hashtag no es más un conjunto de caracteres precedidos de una almohadilla (#). Puede ser una palabra, como #adicciones o un conjunto de ellas como #clinicarecal. Es una forma de etiquetar un contenido y se emplea en numerosas redes sociales.


Este tipo de etiquetas facilita las búsquedas y el debate sobre un tema en concreto. Al seguir un hashtag una persona puede ver todos los comentarios que lo contengan y opinar sobre el mismo sin necesidad de seguir a quien lo ha utilizado.


Desde etapas muy iniciales los investigadores han usado estas etiquetas para encontrar grupos temáticos sobre el consumo de alcohol, café, tabaco o marihuana, por solo citar algunos ejemplos. El análisis del contenido ha sido de gran utilidad para entender los sentimientos, actitudes, deseos y descripciones de uso.


Por ejemplo, un estudio publicado en Contemporary Drug Problems en 2016 analizó los tuits relacionados con los hashtags #addiction (adicción) y #adict (adicto). Debido a la gran cantidad de tuits que podían surgir, solamente se eligieron los de un día concreto elegido al azar y se excluyeron los mensajes que no estaban en inglés (idioma de los autores del estudio).


La búsqueda devolvió 580 tuits con el hashtag adicción, 354 con adicto a y 106 con adicto. También se encontraron con 98 cuentas que contenían estos términos. Dentro de las conversaciones y cuentas se encontraron cuatro modos que se movían en diferentes direcciones: formalizar; reproducir, desestabilizar y reelaboradores.


Tipos de tuits


Los tuits formalizadores presentan la adicción como una enfermedad a través de hechos, noticias, historias, información e investigaciones. También ofrecen consejos y apoyo para realizar un tratamiento o entrar en recuperación.


Por su parte, los tuits reproductores solo aluden a la adicción como un problema, pero sin llegar el sufrimiento que provoca o los fondos que se llegan a tocar con las drogas o el juego. Algunos tienen que ver con comer, quedarse hasta tarde viendo series, o el uso compulsivo de las redes. Es decir, reproducen el concepto de adicción al uso compulsivo de otras conductas cotidianas.


Los tuits desestabilizadores muestran una visión más positiva e incluso elogiosa de algunas prácticas o consumos. Estos tuits tienden a usar emojis. También aluden a algunas conductas más que al consumo de drogas. Por ejemplo, compras, teléfonos móviles, hacerse tatuajes o comer. Uno de los problemas asociados es que suelen emplear el lenguaje de los grupos de 12 Pasos para hacer este tipo de bromas.


Los tuits reelaboradores son los más negativos, dado que se enfocan en los aspectos hedónicos del consumo asociado al placer que se obtiene. No suelen estar referidos al consumo de sustancias, pero muestran la adicción como algo positivo y no como una enfermedad. Cuando alguien se define como adicto a ver series o comer helados lo expresa como algo positivo.


Los investigadores señalan que estos modos de enfocar la adicción también se observan para sus manifestaciones como el síndrome de abstinencia o los “tirones”. Como ya he dicho previamente, lo que vale para los tuits puede aplicarse al contenido de las cuentas.


Lo que aprendemos sobre el consumo de drogas


Un estudio de más de 70.000 tuits sobre el consumo de marihuana reveló que más del 65% de los tuits eran de adolescentes y que el 42% reconocían haberla consumido. Un dato interesante es que el 36% de los adolescentes refirieron que sus padres conocían y permitían el consumo de esta sustancia.


En relación con el consumo de opioides, otro estudio publicado en 2020 en Drug and Alcohol Review y que analizó más de 20.000 tuits reveló que más del 60% de los estos hacía bromas o satirizaba esta adicción y a los consumidores. ¡Casi el 50% de los tuits se centraban en las fuentes ilícitas para adquirir opioides! En contraste, solo el 20% de los tuits hacían referencia a la prevención, el tratamiento o el trabajo de los grupos de ayuda mutua.


“Hola a todos, estoy borracho” es el título de un artículo científico que analiza la promoción del consumo de alcohol a través de Twitter. Tras analizar los 5000 tuits que mayor impacto tuvieron en el período de tiempo que se llevó a cabo el estudio, los investigadores encontraron que la proporción de tuits favorables al consumo de alcohol era tremendamente superior a aquellos que se mostraban cautelosos o abiertamente en contra.


Lo más preocupante es que ni siquiera era contenido publicitado. ¡Se generaban de forma orgánica en la red!


También han podido explorarse las menciones a los tratamientos con metadona y suboxone en alrededor de 900 tuits. Los resultados de este estudio fueron publicados este mismo año y pueden encontrarse en la revista Clinical Toxicology. Lo primero que llama mi atención es que, aunque son casi 1000, el número de tuits es mucho menor que en los estudios precedentes.


En este caso, al tratarse de drogas que se usan para el tratamiento de adicciones, resulta curioso que muy pocos tuits reflejan experiencias personales. Todo lo contrario que cuando se trata de otras drogas o conductas adictivas.


¿Qué dicen las celebridades sobre el tema?


Las opiniones de las celebridades son vistas por millones de personas, aunque las reacciones a las mismas puedan ser diversas, resulta innegable su alcance y su impacto. Debido a ello, dos investigadores decidieron analizar los mensajes que sobre la adicción suelen compartir las personas más famosas.


El estudio fue publicado en 2019 e incluyó el análisis de los tuits de 23 celebridades que han abordado el asunto. Katty Perry (>100 millones de seguidores), Rihanna (>100M), Demi Lovato, (>54 M), Miley Cyrus (> 45M), Pink (>30M) o Lay Gaga (>20M) podrían ser algunos ejemplos.


Luego de establecer los criterios de inclusión y exclusión, lo primero que llamó la atención de los investigadores es que el número de “famosos” que abordan el tema es relativamente escaso. Otro elemento alarmante es que no todas las celebridades abordan la adicción como una enfermedad.


Tampoco el número de tuits es elevado, pues oscilan entre uno y siete para 21 de ellos. Solo los dos que se autodefinen como adictos, hablan abiertamente de la adicción y la recuperación en un elevado número de tuits.


Podría concluir que la comunicación en Twitter sirve para validar y perpetuar el concepto de adicción dominante, así el estigma y la discriminación que genera. Aunque hay mucha información sobre el tema, se necesitan figuras de influencia que la conduzcan a la audiencia adecuada.


¡Feliz semana!

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