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Las adicciones en la era de la COVID-19: epílogo del 2020 y 2021




La irrupción de la pandemia de la COVID-19 ha supuesto un cambio para nuestra vida cotidiana, cambiando muchos patrones de relaciones y consumo. También se han impuesto por necesidad nuevas normas y hábitos.


No sé si exista una vuelta a la llamada normalidad de la era pre-COVID-19 y si ésta pueda ser viable en un mediano plazo. Lo que si sé es que debemos tomar en consideración los retos que han supuesto estos cambios y revisar cómo se han comportado los viejos problemas de siempre en este nuevo contexto.


Antes de la COVID-19 las adicciones eran, sin lugar a duda, consideradas como una epidemia. Algunos estudios publicados a posteriori hablan de la necesidad de estudiar el comportamiento de esta epidemia dentro del contexto de la nueva pandemia.


En primer lugar, debemos analizar si el confinamiento estricto del 2020 y las sucesivas restricciones han pasado factura en los hábitos de consumo de las distintas drogas (legales e ilegales) y otros comportamientos con potencial adictivo durante 2021. En segundo lugar, cómo está afectando a nuestros adolescentes y jóvenes. Por último, las cifras de aquellos que han solicitado ayuda o recibido atención hospitalaria de urgencia.


Por supuesto, los arriba declarados serían los objetivos que tiene este post. Será un análisis muy descriptivo debido a la extensión de este. Para aportar datos fiables comenzaré con los que aporta el Portal del Plan Nacional sobre Drogas del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA).


Los datos 2020: primer año de la Pandemia


El primer problema que encuentro para iniciar mi análisis está en la obtención de los datos, pues el informe publicado en 2021 solo recoge encuestas de 2019 y 2020. Por ejemplo, la nota de prensa del 26 de marzo de 2021 sobre la encuesta OEDA-COVID 2020 reveló un descenso en el consumo de alcohol, tabaco y cannabis en el 2020.


En 2020 el consumo de bebidas alcohólicas se redujo un 8% en personas entre 15-64 años. Sin embargo, para el grupo de jóvenes de 15-24 años esta reducción alcanzó el 25%. En este mismo porcentaje se redujeron las intoxicaciones etílicas para el grupo de 5-19 años. No obstante, el consumo de riesgo alcanzó el 16% de la población general y fue mayor en hombres que en mujeres.


El consumo de cannabis experimentó una reducción del 17%. Los mayores descensos del consumo se observaron en los hombres y en el rango de edad de personas menores de 25 años. también disminuyó el consumo de cocaína, aunque este fue mucho más discreto.


Esta misma nota deja claro el aumento del consumo de hipnosedantes sin receta. Lo interesante es que existe evidencia de que este aumento fue parejo para todos los grupos de edades y algo superior para las mujeres. También aumentó el consumo de analgésicos opioides sin receta en este período de tiempo.


Aunque aumentó el tiempo que las personas pasaron frente a Internet no se detectó un incremento significativo del uso de pornografía o de juego online, según los reportes de las personas que fueron encuestadas. Tampoco se observaron reducciones, los datos obtenidos fueron similares a los de 2019 según alcanzo a entender.


¿Muchas de estos cambios pueden ser atribuidos al efecto del confinamiento? Es altamente probable, pero aun debe incrementarse la evidencia con un mayor número de estudios y metaanálisis.


Con un poco de sentido común y mirando el comportamiento del consumo en 2021 en los adolescentes, yo diría que el confinamiento fue un factor muy importante para explicar las modificaciones observadas en 2020 en España. Veamos a continuación los datos de 2021.


Consumo de alcohol en 2021


En este punto comienzo haciendo referencia a la nota de prensa del 21 de noviembre de 2021 que resume los resultados de la Monografía Alcohol 2021. Los resultados revelaron que casi el 20% de las personas entre 15-64 años muestran un consumo de alcohol por encima de lo establecido. Es decir, consumen alcohol por encima del nivel que se puede considerar como de bajo riesgo.


La cifra de consumidores de riesgo supera el 5% y debo decir que es una cantidad considerable, aunque veamos un porciento que pueda parecernos pequeño. Pensemos que más del 90% de las personas reporta haber consumido alcohol alguna vez en su vida, más del 75% lo ha hecho en el último año y más del 60% en el último mes.


A esto habría que sumar que casi el 20% ha reportado haberse emborrachado durante el último año y más del 15% en el último mes. Las cifras de consumo son ligeramente mayores entre la población laboralmente activa que entre las personas en paro.


El consumo de drogas en 2021 en los adolescentes


En 2021 se llevó a cabo la encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (ESTDES 2021). En este caso, tenemos una nota de prensa más reciente, del 10 de diciembre de 2021. La encuesta se realiza a estudiantes entre 14-18 años.


Los datos obtenidos en relación con el consumo vuelven a ser preocupantes desde el propio titular y sus encabezados. Las drogas más consumidas vuelven a ser el tabaco y el alcohol. El consumo de alcohol en forma de borracheras estuvo más extendido entre las chicas. El alcohol es la sustancia que los adolescentes erróneamente perciben como menos peligrosa.


Mas del 70% de los estudiantes reconocieron haber consumido alcohol en los últimos 12 meses. Esta cifra supera el 30% para el tabaco, el 20% para el cannabis y se acerca peligrosamente al 10% para los hipnosedantes sin receta. El consumo de alcohol, tabaco e hipnosedantes también se encuentra más extendido entre las chicas.


El consumo de otras drogas ilegales apenas alcanza el 2% de la muestra encuestada. En este punto los chicos superan a las chicas. En este dato se puede incluir el cannabis (con mayor prevalencia como ya se mostró más arriba) cuyo consumo problemático también llega a alcanzar casi el 20% de aquellos que lo consumen.


Un dato interesante que aporta la encuesta es que, aunque la percepción de riesgo del consumo de cannabis ha aumentado en este grupo de edades, muchos estudiantes siguen considerando que el tabaco es mucho más peligroso que el cannabis. Si se combina esto con que más del 60% de los encuestados afirman que es la droga ilegal de más fácil adquisición tenemos los componentes para la tormenta perfecta.


Por su parte, el uso compulsivo de Internet se incrementó casi un 25%. En este apartado habría que establecer importantes diferencias entre el uso compulsivo de las redes sociales (Facebook, Instagram o TikTok), los videojuegos, el juego online o la pornografía. A muchos de estos temas he dedicado algunos posts en este mismo blog.


Urgencias hospitalarias


En el contexto de las urgencias hospitalarias, el consumo de alcohol representa alrededor del 40% de los episodios de urgencias hospitalarias relacionadas con el consumo de drogas. Debo señalar que la mayoría de los que acuden son menores de 25 años y el consumo de alcohol solo se registra como causa si aparece en el contexto del consumo de otra droga. Estos datos sugieren que podría estar ocurriendo un registro inferior al real.


En relación con las drogas ilegales, en el 60% de los casos que acudieron a urgencias se encontraban presente dos o más sustancias. Por ejemplo, que el 50 están relacionadas con el consumo de cocaína, igual cifra con el consumo de cannabis y el 15% con el consumo de opioides es una muestra de esta interacción.

Una simple suma daría un total superior al 100%, cuestión que no sería posible si no se observaran los efectos combinados del abuso de dos o más sustancias en aquellas personas que acuden a urgencias.


Admisiones a tratamiento


En los informes y las notas de prensa que proporciona la página Web de la OEDA muchos de los datos son de 2019. Aun así, los reproduzco para que tengamos una idea de la dimensión del problema.


En relación con el alcohol, más de 27000 personas fueron admitidas en distintos programas de tratamiento en 2019. Supera ésta con creces la cifra de personas admitidas por el consumo de otras drogas ilegales como la cocaína, el cannabis o la heroína.


Debemos tomar en cuenta que se registró un total de 50000 admisiones a tratamiento por abuso o dependencia de sustancias ilegales. Más de la mitad de estas admisiones fueron de personas que buscaban ayuda por primera vez.

Los datos muestran que existe una brecha de género importante porque alrededor del 80% de los que buscan tratamiento suelen ser hombres y la edad media se sitúa por encima de los 35 años. Quizás los programas deberían animar a más mujeres y a personas más jóvenes a buscar ayuda.


Sin lugar a duda, el consumo, abuso y dependencia de sustancias sigue siendo un problema al que debemos continuar prestando atención en 2022. Desde la Clínica Recal te animamos a que, si crees que tú o algún familiar tiene un problema de este tipo, busques información y pidas ayuda lo antes posible.


¡Feliz semana!

Boris C. Rodríguez Martín PhD.

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