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50 sombras de Instagram




Con más de 1000 millones de usuarios activos mensuales Instagram es una de las Redes Sociales más utilizadas y la que más interacciones tiene después de Facebook. Sus funcionalidades y prestaciones la hacen muy atractiva tanto para individuos como para empresas. Más del 70% de los usuarios tiene menos de 35 años y pasan, como promedio, alrededor de una hora cada día en la App.


La posibilidad de compartir nuestro día a día a través de las fotos que vamos tomando la hace muy atrayente para muchos. Es una vía de comunicación sumamente eficaz y una herramienta de marketing para muchas empresas y particulares. De hecho, los ingresos por publicidad de esta red rondaron los 20 mil millones de dólares en 2019.


También a través de ella, muchas personas pueden seguir el día a día de las celebridades que les atraen. La red no establece un límite para las personas que pueden seguir la cuenta de alguien, así que no es raro algunas celebridades superen los 100, 200 o 300 millones de seguidores.


En fin, es una red con mucho enganche y como siempre digo, donde hay luces hay sombras. Como muchos otros posts no busca patologizar una conducta o criminalizar el uso de una red social. Simplemente analizar este tema desde diferentes aristas, haciendo énfasis en los detonantes y las consecuencias del uso excesivo de la misma, así como su relación con diversas áreas del bienestar psicológico y la salud mental.


Motivos de uso relacionados con la adicción a Instagram

Pueden ser numerosos los motivos por los que una persona decide comenzar a usar Instagram. Uno de los más importantes tiene que ver con la satisfacción de un grupo de necesidades de índole social como obtención de información, entretenimiento, interacción, conexión, contacto, autopromoción y, por supuesto, reconocimiento.


Hacia el establecimiento de los motivos de uso y su relación con los criterios de adicción y bienestar psicológico se llevó a cabo un estudio en alrededor de 400 estudiantes en Malasia, que publicado en Computers in Human Behavior en junio de 2020. Los resultados revelaron que fueron las motivaciones relacionadas con las necesidades de reconocimiento e aceptación social las que mejor permitían explicar los criterios de adicción a Instagram.


Sin embargo, otros motivos la búsqueda de información apenas tenían impacto. Debo señalar que, aunque el entretenimiento como motivo tampoco tuvo impacto en esta investigación, sí fue señalado como un factor a considerar en otro estudio.

De igual forma, se observó una relación negativa entre la adicción a Instagram y el desempeño académico. Por otro lado, la relación se tornaba positiva con la timidez y la sensación de soledad. Finalmente, se pudo observar que un pobre bienestar psicológico, elevada timidez y sensación de soledad podrían explicar la necesidad de interacción social que motiva el uso de esta red.


Insta-estrés y fatiga emocional

La idea de que te estás perdiendo algo interesante es un gran detonante de la curiosidad. Esta curiosidad es probablemente que sea el factor que explica el por qué los usuarios de esta red quieren estar conectados el mayor tiempo posible.


Sin embargo, esta sobreexposición puede causar fatiga emocional debido al Insta-estrés. No hay que ser un erudito para entender que este último término se refiere al estrés que genera esta red social tanto para mantener nuestro perfil “al día” y ser medianamente interesantes para nuestros seguidores, como para encontrar y/o reaccionar ante la información proveniente de aquellos que seguimos. Al menos así lo interpreto yo.


Un estudio llevado a cabo en España analizó estos temas en más de 300 usuarios activos de Instagram. Los resultados revelaron que la adicción a esta red deriva principalmente de la falta de control del tiempo invertido en su utilización, que trae como resultado la incapacidad de reducirlo a voluntad. De hecho, la adicción puede mediar sobre el impacto que el uso excesivo de la App tiene sobre la fatiga emocional y el Insta-estrés.


Tiempo de conexión recomendado

Un elemento muy relacionado con el epígrafe anterior es el tiempo que los usuarios permanecen conectados. Como ya comentaba al inicio, la media ha ido creciendo en los últimos años y en la actualidad suele aproximarse o superar una hora cada día entre los jóvenes. Por tanto, no nos debemos extrañar de que los niveles de Insta-estrés vayan en aumento.


Para entender si el tiempo que se dedica al uso de esta App es capaz de predecir un patrón de adicción a las redes sociales, me apoyaré en un estudio publicado recientemente. Los investigadores evaluaron estos temas en cerca de 500 estudiantes universitarios, los cuales dividieron en cuatro grupos según el tiempo que empleaban en Instagram cada día. Los resultados revelaron que en la medida que el tiempo de uso se incrementa, también lo hace la probabilidad de mostrar criterios de adicción.


Si tuviera que elegir un punto de corte basado en estos resultados, diría que cuando la suma de todos los momentos de conexión del día excede una hora y media, deberíamos comenzar a tomar medidas. Mi sugerencia sería no superar el rango de 1 hora al día. Una opinión muy personal y no basada en ningún estudio es que resulta preocupante dedicar más de 30 minutos a este tipo de actividades durante los momentos de ocio.


Estar a gusto con uno mismo

La capacidad de estar a gusto con uno mismo es una de las dimensiones de la autoestima. Esta capacidad es un reflejo de la autoaceptación interna y del valor social percibido por uno mismo. Se ha comprobado que es independiente del éxito y resultados objetivos que pueda tener una persona en la vida; sin embargo, es fuertemente influenciado por la aceptación y comentarios positivos de los demás.

Tampoco es un reflejo de la autoconfianza que nos tengamos o de lo competentes que nos sintamos. Simplemente se trata de sentirnos felices y gozosos por ser quienes somos.


En este sentido, un estudio publicado en el Journal o Behavioral Addictions refiere que estar a gusto con uno mismo se relaciona de forma inversa con los criterios de adicción a Instagram. Ello podría interpretarse como que podría constituir un factor de protección contra la adicción a Instagram.


Hasta aquí todo bien, pero al estar fuertemente influenciado por la aceptación y comentarios positivos de los demás muchos adolescentes podrían sufrir graves daños en esta área por las mismas razones. En esta etapa evolutiva, muchas áreas de la personalidad pueden verse afectadas por comentarios negativos sobre la apariencia física o la belleza de una persona de acuerdo con unos ideales de belleza preestablecidos.


Al respecto, se ha observado que los problemas de salud mental en los adolescentes (incluidas las tasas de intentos de suicidio y suicidio) se han incrementado notablemente desde la aparición de este tipo de redes sociales. Ello se potencia en personas con un estilo de apego inseguro que necesiten sentir la aceptación de los otros de forma permanente. Los Likes parecen ser un buen medidor de esta aceptación, pero hay que obtenerlos.


Como ya he indicado en otros posts sobre estos temas, suele ocurrir que un Like es demasiado y miles no son suficientes. Con ello me refiero que alguien puede obtener mil Likes y comentarios positivos, pero venirse abajo por un solo comentario negativo, burla o crítica.


A modo de conclusión

Instagram es una de las Redes Sociales más utilizadas, cuenta con más de 1000 millones de usuarios activos cada mes, casi dos tercios menores de 35 años, que suelen estar conectados una hora cada día como promedio.


La motivación por usar esta App proviene mayormente de su capacidad para satisfacer un grupo de necesidades de índole social como obtención de información, entretenimiento, interacción, conexión, contacto, autopromoción y, por supuesto, reconocimiento.


El problema surge por la sobreexposición que provoca fatiga emocional y sienta las bases para que aparezca el Insta-estrés. Se ha observado que este fenómeno está directamente relacionado con el tiempo de conexión con la App.


Lo ideal sería no estar más de media hora conectados, pero es algo que parece imposible para muchos jóvenes, así que recomendaré no superar una hora.

Las necesidades de reconocimiento y aceptación social son las que mejor explican la adicción a Instagram. Ello se potencia en personas con un estilo de apego inseguro, sobre todo los adolescentes, que necesitan una constante aprobación de sus pares.


¡Feliz semana!

Boris C. Rodríguez Martín PhD.

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